2 dic 2019

Canción del pirata




Con diez cañones por banda,
viento en popa, a toda vela,
no corta el mar, sino vuela
un velero bergantín.
Bajel pirata que llaman,
por su bravura, el Temido,
en todo mar conocido
del uno al otro confín.
La luna en el mar rïela,
en la lona gime el viento,
y alza en blando movimiento
olas de plata y azul;
y vE el capitán pirata,
cantando alegre en la popa,
Asia a un lado, al otro Europa,
y allá a su frente Estambul:
«Navega, velero mío,
sin temor,
que ni enemigo navío
ni tormenta, ni bonanza
tu rumbo a torcer alcanza,
ni a sujetar tu valor.
Veinte presas
hemos hecho
a despecho
del inglés,
y han rendido
sus pendones
cien naciones
a mis pies.
Que es mi barco mi tesoro,
que es mi dios la libertad,
mi ley, la fuerza y el viento,
mi única patria, la mar.
Allá muevan feroz guerra
ciegos reyes
por un palmo más de tierra;
que yo aquí tengo por mío
cuanto abarca el mar bravío,
a quien nadie impuso leyes.
Y no hay playa,
sea cualquiera,
ni bandera
de esplendor,
que no sienta
mi derecho
y dé pecho
a mi valor.
Que es mi barco mi tesoro,
que es mi dios la libertad,
mi ley, la fuerza y el viento,
mi única patria, la mar.
A la voz de «¡barco viene!»
es de ver
cómo vira y se previene
a todo trapo escapar;
Que yo soy el rey del mar,
y mi furia es de temer.
En las presas
yo divido
lo cogido
por igual;
sólo quiero
por riqueza
la belleza
sin rival.
Que es mi barco mi tesoro,
que es mi dios la libertad,
mi ley, la fuerza y el viento,
mi única patria, la mar.
¡Sentenciado estoy a muerte!
Yo me río;
no me abandone la suerte,
y al mismo que me condena,
colgaré de alguna entena,
quizá en su propio navío.
Y si caigo,
¿qué es la vida?
Por perdida
ya la di,
cuando el yugo
del esclavo,
como un bravo,
sacudí.
Que es mi barco mi tesoro,
que es mi dios la libertad,
mi ley, la fuerza y el viento,
mi única patria, la mar.
Son mi música mejor
aquilones,
el estrépito y temblor
de los cables sacudidos,
del negro mar los bramidos
y el rugir de mis cañones.
Y del trueno
al son violento,
y del viento
al rebramar,
yo me duermo
sosegado,
arrullado
por el mar.
Que es mi barco mi tesoro,
que es mi dios la libertad,
mi ley, la fuerza y el viento,
mi única patria, la mar.











17 oct 2019

Ítaca



Ítaca



Cuando te encuentres de camino a Ítaca,
desea que sea largo el camino,
lleno de aventuras, lleno de conocimientos.
A los Lestrigones y a los Cíclopes,
al enojado Poseidón no temas,
tales en tu camino nunca encontrarás,
si mantienes tu pensamiento elevado, y selecta
emoción tu espíritu y tu cuerpo tienta.
A los Lestrigones y a los Cíclopes,
al fiero Poseidón no encontrarás,
si no los llevas dentro de tu alma,
si tu alma no los coloca ante ti.
Desea que sea largo el camino.
Que sean muchas las mañanas estivales
en que con qué alegría, con qué gozo
arribes a puertos nunca antes vistos,
deténte en los emporios fenicios,
y adquiere mercancías preciosas,
nácares y corales, ámbar y ébano,
y perfumes sensuales de todo tipo,
cuántos más perfumes sensuales puedas,
ve a ciudades de Egipto, a muchas,
aprende y aprende de los instruidos.
Ten siempre en tu mente a Ítaca.
La llegada allí es tu destino.
Pero no apresures tu viaje en absoluto.
Mejor que dure muchos años,
y ya anciano recales en la isla,
rico con cuanto ganaste en el camino,
sin esperar que te dé riquezas Ítaca.
Ítaca te dio el bello viaje.
Sin ella no habrías emprendido el camino.
Pero no tiene más que darte.
Y si pobre la encuentras, Ítaca no te engañó.
Así sabio como te hiciste, con tanta experiencia,
comprenderás ya qué significan las Ítacas.
                                                            Constantino Cavafis

La Odisea, resumen


La Odisea comienza en Grecia, años después de la guerra de Troya. Ulises (Odiseo), el rey de Ítaca, no ha logrado volver a casa y muchos lo creen muerto, hecho que no es cierto, la diosa Calipso lo retiene. Además Poseidón (dios del mar) no está dispuesto a dejarle volver a casa por haber cegado a su hijo.

Mientras tanto, en Ítaca, su esposa Penélope es asediada de pretendientes que quieren casarse con ella ahora que Ulises no está. La diosa Atenea guía a Telémaco, hijo de Ulises, para que busque información sobre su padre.


Telémaco visita al rey Nestor en Pilos, este le recibe bien y le aconseja visitar al rey Menelao en Esparta. Una vez allí este le informa que su padre está vivo y es prisionero de Calipso. Mientras Telémaco está fuera los pretendientes de Penélope hacen planes para matarle a su regreso.


En el Olimpo, Atenea ruega a su padre Zeus que tenga piedad de Ulises y que haga que Calipso lo deje marchar. Zeus accede y Ulises emprende su viaje de regreso a Ítaca.
Entonces la barca de Ulises chocará en la tierra de los feacios, donde lo ayuda Atenea haciendo que la princesa se enamore de Ulises y convenza a sus padres para ofrecerle refugio y comida. A cambio los feacios le piden que cuente su historia. Es aquí donde da comienzo el largo relato de las aventuras de Ulises.



Contará como salieron de Troya y llegaron, primero, a una tierra extranjera que saquearon, luego llegarían a la tierra de los lotófagos( donde todo el que prueba el loto se olvida de su hogar). Llegarían después a la isla de los Cíclopes donde ciegan a Polifemo para poder huir, hecho que provoca la ira de su padre Poseidón. Más tarde llegarían a la isla de Heolo, quien les ayuda metiendo en un odre los vientos desfavorables que les impiden llegar a Ítaca, pero los hombres de Ulises lo abren, cuando ya se ve Ítaca, creyendo que contenía un tesoro y vuelven las tempestades alejándolos de su tierra. Llegarán, de este modo, a la tierra de Circe, hechicera que convierte a algunos de sus hombres en cerdos. Ulises,con la ayuda de los dioses, consigue devolverlos a su forma humana y permanece con Circe un año. Antes de irse, Circe le dice a Ulises que debe viajar al Hades para hablar con Tiresias para saber el camino de regreso a casa. Ulises habla con él y este le profetiza que llegará a Ítaca pero con muchas dificultades. También habla con sus amigos muertos Aquiles y Agamenón y con el espiritu de su madre muerta de pena por su ausencia. Tendrá que pasar por las sirenas,que con su canto atraen a los hombres hacía la muerte, por los monstruos Escila y Caribdis que matarán a seis de sus hombres. Llegarán, después a la isla de Helios, donde, a pesar de las advertencias de no comer las vacas que allí vivían, los hombres de Ulises lo harán y morirán todos en una tempestad. Solo Ulises se salvará llegando a la isla de Calipso, que lo retendrá siete años.

Así termina el relato de Ulises a los feacios, que conmovidos, lo llevarán a Ítaca. Llegará disfrazado de mendigo y con la ayuda de su hijo Telémaco matará a todos los pretendientes de Penélope, esto provocará la ira de muchos pero la intervención de Atenea y Zeus hará que todo vuelva a la paz. 

7 oct 2019

Ilíada

Argumento de la Ilíada

El hijo de Príamo, Paris, raptó a la esposa de Menelao, llevándola a Troya. Ante tal agravio, Agamenón, hermano de Menelao, convoca a todos los reyes griegos a una reunión, para comunicarles lo ocurrido; como resultado de ello se envió una expedición de guerreros capitaneados por valerosos jefes, como Aquiles, Ulises, entre otros, iniciándose así la guerra entre griegos y troyanos; fueron sangrientos, pero al llegar el noveno año de la guerra, estalló un violento enfrentamiento entre dos griegos: Agamenón y Aquiles; iniciándose así el argumento de la Ilíada.


Este poema épico comienza con la discusión entre dos líderes del ejército Griego. Resulta que Aquiles había recibido una doncella llamada Briseida como recompensa de combate. Sin embargo Agamenón, el "rey de los reyes", haciendo gala de su poder decide quitársela.

En desquite Aquiles retira a sus guerreros de la batalla y se niega a seguir ayudando con el ataque a Troya.

Los troyanos aprovecharon esta situación y empezaron a tener victorias. Entonces Agamenón le devuelve a Aquiles su esclava con la intención de que vuelva al combate, pero el orgulloso Aquiles no quiere hacerlo.

El mejor amigo de Aquiles, Patroclo, le suplica que le preste sus armas de combate para disfrazarse de Aquiles, y regresar a la batalla con los demás guerreros para atacar a los troyanos, pero Héctor, hijo del rey Príamo de Troya, lo mata.

Aquiles queda muy afligido por el dolor de haber perdido a su mejor amigo. De hecho, este suceso cambia el curso de la guerra porque entonces regresa a la batalla para vengarse.

Héctor espera a Aquiles, listo para luchar. Los dos eran los mejores guerreros de cada ejército, pero al verlo llegar Héctor escapa corriendo lleno de miedo, llegando a dar tres vueltas alrededor de la ciudad de Troya. El guerrero griego lo persigue hasta que finalmente Héctor deja de correr y decide enfrentarlo.

Aquiles atraviesa la garganta de Héctor con su lanza. Mientras estaba muriendo, el guerrero troyano pide un funeral honorable. Sin embargo Aquiles, aún sediento de venganza, toma el cadáver y lo arrastra alrededor de los muros de la ciudad. Luego se niega a devolver el cuerpo de Héctor a su familia.

Tras el funeral de Patroclo, que contó con sacrificios y juegos en los que se repartieron premios, Aquiles continuó insultando a los troyanos con el maltrato del cadáver de Héctor.

Finalmente el viejo rey Príamo, padre de Héctor, se presenta solo ante las naves aqueas para suplicar la devolución del cadáver de su hijo. Conmovido por esto, Aquiles regresa el cadáver.
.
La Ilíada termina con la tregua en la que se dan los funerales de Héctor.

22 sept 2019

El Panchatantra


El género hindú que más ha inflluido sobre las literaturas occidentales ha sido el cuento. Algunos adoptan la forma de fábula, otros de cuentos de hadas, otros más realistas. 

De entre todas las colecciones destaca el Panchatantra. Es la colección más antigua de fábulas de la literatura sánscrita. Data probablemente del siglo IV a. C. y está basada en colecciones anteriores de cuentos populares.  Las fábulas, principalmente de animales, están organizadas en cinco libros, y tratan de temas como la amistad, la pérdida de la propiedad y la guerra. Su propósito original era instruir a un príncipe joven sobre cómo obtener el éxito en la tierra. El texto sánscrito original se ha perdido, pero del Panchatantra se hicieron muchas redacciones y refundiciones, además de traducciones a otras lenguas. El rey Alfonso X mandó traducir al castellano una versión árabe que, con el título de Calila y Dimna, se extendió por Europa.

Entre estas fábulas aparece "La olla rota" que es un eslabón más de lo que conocemos como "El cuento de la lechera".


La olla rota

En cierto lugar vivía un brahmán llamado Svabhakripana, que tenía una olla llena de arroz que le habían dado de limosna y que le había sobrado de la comida. Colgó esta olla de un clavo de la pared, puso su cama debajo y pasó la noche mirándola sin quitarle la vista de encima, pensando así:
-Esta olla está completamente llena de harina de arroz. Si sobreviene ahora una época de hambre podré sacarle cien monedas de plata. Con las monedas compraré un par de cabras. Como éstas crían cada seis meses, reuniré un rebaño. Después, con las cabras compraré vacas. Cuando las vacas hayan parido, venderé las terneras. Con las vacas compraré búfalas. Con las búfalas, yeguas. Cuando las yeguas hayan parido, tendré muchos caballos. Con la venta de éstos reuniré gran cantidad de oro. Por el oro me darán una casa con cuatro salas. Entonces vendrá a mi casa un brahmán y me dará en matrimonio a su hija hermosa y bien dotada. Ella dará a luz un hijo. Al hijo lo llamaré Somasarmán. Cuando tenga edad para saltar sobre mis rodillas, cogeré un libro, me iré a la caballeriza y me pondré a estudiar. Entonces me verá Somasarmán y deseoso de mecerse sobre mis rodillas, dejará el regazo de su madre y vendrá hacia mí acercándose a los caballos. Yo, enfadado, gritaré a la Brahmana: ¡Coge al niño! ¡Coge al niño! Pero ella, ocupada en las faenas, no oirá mis palabras. Yo me levantaré entonces y le daré un puntapié. 
Tan embargado estaba en estos pensamientos, que dio un puntapié y rompió la olla, y él quedó todo blanco con la harina de arroz que había adentro y que le cayó encima. 
Por eso digo yo: El que hace sobre el porvenir proyectos irrealizables, se queda blanco como el padre de Somasarmán.



El león y el chacal 

En cierta región de un bosque vivía un león llamado Kharanakhara que corriendo un día hambriento por todas partes no pudo cazar ninguna bestia. A eso de la puesta del sol, llegó a una gran cueva, entró en ella y pensó: «Seguramente que algún animal vendrá a pasar la noche en esta cueva; de modo que me voy a quedar aquí escondido». Estando allí en tal situación, llegó el dueño de la cueva, que era un chacal llamado Adhipuchchha, el cual miró y vio las huellas del pie de un león que había entrado y no salido de la cueva. Entonces pensó: «¡Ah!, perdido estoy; seguramente que aquí dentro hay un león. ¿Qué hago? ¿Cómo he de huir?». Pensando así y sin moverse de la puerta empezó a gritar: 



-¡Eh, caverna! -Dicho esto, añadió de nuevo-: ¿ignoras que tienes un pacto conmigo, según el cual yo te he de hablar al venir de fuera y tú me has de responder? Si no me respondes, pues, me voy a otra gruta. 



El león al oír esto pensó: «Sin duda que caverna invita a éste siempre que viene y hoy se calla por temor a mí. Pues se ha dicho esto: 


Cuando el miedo oprime el corazón, quedan sin poder obrar las manos, los pies, la lengua y demás; el temblor es el único que domina. 

« Voy, pues, a llamarle yo para que entre y me sirva de comida». Habiéndolo pensado así, le llamó. El rugido del león llenó todo el ámbito de la caverna, retumbando en ella cien veces; de tal modo, que puso en fuga hasta las bestias que estaban lejos. El chacal huyó enseguida a todo correr y recitó esta zloka: 

Quien procede con cautela vive feliz, y no vive el que obra sin discernimiento. Yo me he hecho viejo viviendo en el bosque, y nunca he oído que una cueva hable.

17 sept 2019

Escritura cuneiforme

La epopeya de Gilgamesh




Poema de Gilgamesh

Tablilla VIII (Anverso I)
Al primer resplandor del alba Gilgamesh dijo a su amigo:
«Enkidu, tu [ma]dre una gacela, un onagro tu padre, te [engendraron]. Aquellos cuya señal son sus colas te criaron, y el ganado De la llanura y de todos los pastos. ¡Ojalá las huellas de Enkidu en el Bosque de los Cedros Lloren por ti, jamás callen noche y día! Así los mayores de la amplia y amurallada Uruk lloren por ti. [Llore por ti] El dedo que se extienda detrás de nosotros bendiciendo. Llore por ti Y despierte ecos en la campiña como si fuera tu madre. Llore por ti [… ] En cuyo centro nosotros… Llore por ti oso, hiena, [pantera], (10) Tigre, ciervo, leopardo, león; bueyes, venado, [cabra montés], Y las criaturas salvajes del llano. Llore por ti el río Ula [… ] Por cuyas riberas solíamos pasear. Llore por ti el puro Eufrates, [del que sacábamos] Agua para el odre. Lloren por ti Los guerreros de la amplia y amurallada Uruk [… ] matamos el Toro… Llore por ti [… ] [Quien] en Eridu ensalzó tu nombre. Llore por ti [… ] [Quien … ] ensalzó tu nombre. Llore por ti [… ] [Quien] proporcionó… grano para tu boca. Llore por ti [… ] [Quien] puso ungüento en tu espalda. Llore por ti [.. ] [Quien] puso cerveza en tu boca. Llore por ti la [meretriz] (20) [Que] te ungió con aceite fragante. Llo[re por ti …] [del ha]rén que [te llevó] La mujer y el anillo de tu elecciónl. ¡Lloren los hermanos por ti como hermanas [… y crezca larga] Su cabellera por ti […]!»
(II) «¡Oídme, oh ancianos, [y prestad oído] a mí! Por Enkidu, mi [amigo], lloro, Gimiendo amargamente como una plañidera. El hacha de mi costado, confianza de mi mano, El puñal de mi cinto, [el escudo] delante de mí, Mi túnica de fiesta, mi más rico tocado– ¡Un demonio [perverso] apareció arrebatándomelos! [¡Oh mi amigo menor], tú cazaste El onagro de las colinas, la pantera del llano! ¡Enkidu, mi amigo menor, cazaste El onagro de las colinas, la pantera del llano! (10) ¡Nosotros que [vencimos] todas las cosas, escalamos los montes], Que prendimos el Toro [y lo matamos], ¡Afligimos a Hubaba, que [vivía en el Bosque de los Cedros]! ¿Cuál es el sueño que se adueño [de ti]? ¡Ignoras y no [me] oyes!» Pero no levanta [sus ojos]; Tocó su corazón, pero no late. Entonces veló (a su) amigo como una desposada[… ], Arrebatado cerca de él como un león, Como una leona privada de [sus] cachorros. (20) Va y viene ante [el lecho], Arrancándose (el pelo) y esparciéndo[lo …], Jer 16:6; 48:37 ¡Desgarrando y diseminando (su) atuendo [Como si estuviera] im[puro]! Al primer arrebol [del alba], Gil[games…]. Entonces Gilgamesh envió un pregón al país: «Oh forjador [… ], Batidor de cobre, aurífice, lapidario: ¡Haced a mi amigo [ … ] ! » [Entonces] formó una estatua para su amigo, El amigo cuya estatura [… ]: «[…], de lapislázuli es tu pecho, de oro tu cuerpo, [… ]».
(III) «Un lecho [de honor te hice ocupar], Te coloqué [en el asiento de la holgura, en el asiento de la izquierda], Para que los príncipes de la tierra [besaran tus pies]. Haré que las gentes [de Uruk] lloren por ti (y) [se lamenten], Que el pueblo alegre [gima por ti]. Y, cuando te hayas ido, [Cubriré mi cuerpo de pelo intonso] Y, vistiendo una piel [de león, erraré por la estepa].» Al primer arrebol del alba, [Gilgamesh] Aflojó su banda […]. El resto de la tablilla falta o su estado fragmentario impide su traducción, salvo en el caso de las líneas siguientes
(V) (45) Al primer resplandor del alba, Gilgamesh formó [… ], Sacó una ancha mesa de madera elammaqu, Llenó de miel una jarra de cornerina, Llenó de requesón una jarra de lapislázuli, [… ] decoró y expuso al sol.

El Poema de Gilgamesh es la primera epopeya de la Literatura universal. El texto, cincelado en unas tablillas encontradas en la biblioteca del palacio de Asurbanipal, descubierto en el siglo XIX, relata las aventuras de Gilgamesh (legendario rey de Uruk, cuya historicidad es muy probable) y su amigo Enkidu (nacido humano y personaje enteramente ficticio).

El Poema del Gilgamesh, compuesto varios milenios antes de nuestra era, recoge ya los arquetipos que jalonan las grandes obras literarias posteriores: el descubrimiento del amor y la amistad, la necesidad de aventura, el desdén hacia los dioses, la búsqueda de la inmortalidad, el miedo a la muerte, la lucha frente al destino…

Del poema -incompleto en alguna de sus partes- se ha rescatado más de una versión. Originalmente la obra fue una creación sumeria, pero su forma actual responde a las sucesivas refundiciones del texto en época paleobabilónica. Aquí hemo traído un extracto de la octava tablilla, en su versión asiria, en la que Gilgamesh llora la muerte de Enkidu.



LITERATURAS FUNDACIONALES


"El rey que quiso vivir siempre" Eduardo Galeano



El tiempo, que fue nuestra partera, será nuestro verdugo. Ayer el tiempo nos dio de mamar y mañana nos comerá.
Así es nomás, y bien lo sabemos.
¿Lo sabemos?

El primer libro nacido en el mundo cuenta las aventuras del rey Gilgamesh, que se negó a morir.
Esta epopeya pasó de boca en boca, desde hace unos cinco mil años, y fue escrita por los sumerios, los acadios, los babilonios y los asirios.

Gilgamesh, monarca de las orillas del Éufrates, era hijo de una diosa y de un hombre. Voluntad divina, destino humano: de la diosa heredó el poder y la belleza, y del hombre heredó la muerte.

Ser mortal no tuvo para él la menor importancia, hasta que Enkidu, su muy amigo, llegó al último de sus días.

Gilgamesh y Enkidu habían compartido hazañas asombrosas. Juntos habían entrado en el Bosque de los Cedros, morada de los dioses, y habían vencido al gigante guardián, cuyo bramido hacía temblar las montañas. Y juntos habían humillado al Toro Celeste, que con un solo bufido abría una fosa donde caían cien hombres.

La muerte de Enkidu derrumbó a Gilgamesh, y lo aterró. Descubrió que su valiente amigo era de barro, y que también él era de barro.
Y se lanzó al camino, en busca de la vida eterna. El perseguidor de la inmortalidad vagó por estepas y desiertos, atravesó la luz y la oscuridad,navegó por los grandes ríos,llegó hasta el jardín del paraíso, fue servido por la tabernera enmascarada, la dueña de los secretos,alcanzó el otro lado de la mar, descubrió al barquero que sobrevivió al diluvio, encontró la hierba que daba juventud a los viejos,siguió la ruta de las estrellas del norte y la ruta de las estrellas del sur,abrió la puerta por donde entra el sol y cerró la puerta por donde el sol se va.

Y fue inmortal, hasta que murió.



16 sept 2019

Presentación


COMENTARIO CRÍTICO

El comentario crítico de textos es un ejercicio de análisis de las ideas y la organización de un texto que nos permite contrastar las opiniones ajenas con las propias; por lo tanto, se trata de una actividad de gran utilidad para formarte tanto intelectual como personalmente. De este modo, podrás tener una visión más objetiva, rigurosa, y, por tanto, madura, del mundo que te rodea. Todos sabemos criticar y estamos acostumbrados a ello, pero no conocemos habitualmente las técnicas para hacerlo correctamente.

28 may 2019

"El Sol" y "Las tristezas de la Luna" de Charles Baudelaire





Más Baudelaire: La voz. El reloj.





La voz


Se encontraba mi cuna junto a la biblioteca,
Babel sombría, donde novela, ciencia, fábula,
Todo, ya polvo griego, ya ceniza latina
Se confundía. Yo era alto como un infolio.
Y dos voces me hablaban. Una, insidiosa y firme:
«La Tierra es un pastel colmado de dulzura;
Yo puedo (¡y tu placer jamás tendrá ya término!)
Forjarte un apetito de una grandeza igual.»
Y la otra: «¡Ven! ¡Oh ven! a viajar por los sueños,
lejos de lo posible y de lo conocido.»
Y ésta cantaba como el viento en las arenas,
Fantasma no se sabe de que parte surgido
Que acaricia el oído a la vez que lo espanta.
Yo te respondí: «¡Sí! ¡Dulce voz!» Desde entonces
Data lo que se puede denominar mi llaga
Y mi fatalidad. Detrás de los paneles
De la existencia inmensa, en el más negro abismo,
Veo, distintamente, los más extraños mundos
Y, víctima extasiada de mi clarividencia,
Arrastro en pos serpientes que mis talones muerden.

Y tras ese momento, igual que los profetas,
Con inmensa ternura amo el mar y el desierto;
Y sonrío en los duelos y en las fiestas sollozo
Y encuentro un gusto grato al más ácido vino;
Y los hechos, a veces, se me antojan patrañas
Y por mirar al cielo caigo en pozos profundos.
Más la voz me consuela, diciendo: «Son más bellos
los sueños de los locos que los del hombre sabio».







¡Reloj! ¡Divinidad siniestra, horrible, impasible,
Cuyo dedo nos amenaza y nos dice: ¡Recuerda!
Los vibrantes Dolores en tu corazón lleno de terror
Se plantarán pronto como en un blanco;

El Placer vaporoso huirá hacia el horizonte
Tal como una sílfide hacia el fondo del pasillo;
Cada instante te devora un trozo de la delicia
Acordada a cada hombre para toda su estancia.

Tres mil seiscientas veces por hora, el Segundero
Murmura: ¡Recuerda! —Rápido, con su voz
De insecto, Ahora dice: ¡Yo soy Antaño,
Y yo he bombeado tu vida con mi trompa inmunda!

¡Remember! ¡Recuerda! pródigo Esto memorl
(Mi garganta de metal habla todas las lenguas.)
¡Los minutos, muerte juguetona, son gangas
Que no hay que dejar sin extraer el oro!

¡Recuerda! que el Tiempo es un jugador ávido
Que gana sin trampear, ¡en todo golpe! es la ley.
El día declina; la noche aumenta: ¡recuerda!
El abismo tiene siempre sed; la clepsidra se vacía.

Luego sonará la hora en que el Divino Azar,
Donde la augusta Virtud, tu esposa todavía virgen,
Donde el Arrepentimiento mismo (¡oh, el postrer refugio!)
Donde todo te dirá: ¡Muere, viejo flojo! ¡es muy tarde!"

"El veneno" y "Spleen"de Baudelaire


EL VENENO

Revestir sabe el vino los más sórdidos antros
de un milagroso lujo,
y hace surgir más de un pórtico fabuloso
entre el oro de su rojo vapor,
como el sol que se pone en un cielo nublado.

Agranda el opio aquello que no tolera límites,
lo ilimitado alarga,
el tiempo profundiza, los deleites ahonda,
y de placer triste y oscuro,
anega y colma al alba rebasada.

Mas todo eso no vale el veneno que fluye
de tus ojos, de tus verdes ojos,
lagos donde mi alma tiembla y se ve invertida...
Llegan mis sueños en tropel,
para abrevar en esos dos abismos amargos.

Mas todo esto no vale el prodigio terrible
de tu mordiente saliva,
que sume en el olvido a mi alma impenitente
y, el vértigo arrastrando,
la trae desfallecida a orillas de la muerte.



LXXVII- Spleen
Yo soy como ese rey de aquel país lluvioso,
rico, pero impotente, joven, aunque achacoso,
que, despreciando halagos de sus cien concejales,
con sus perros se aburre y demás animales.
Nada puede alegrarle, ni cazar, ni su halcón,
ni su pueblo muriéndose enfrente del balcón.
La grotesca balada del bufón favorito
no distrae la frente de este enfermo maldito;
en cripta se convierte su lecho blasonado,
y las damas, que a cada príncipe hallan de agrado,
no saben ya encontrar qué vestido indiscreto
logrará una sonrisa del joven esqueleto.
el sabio que le acuña el oro no ha podido
extirpar de su ser el humor corrompido,
y en los baños de sangre que hacían los Romanos,
que a menudo recuerdan los viejos soberanos,
reavivar tal cadáver él tampoco ha sabido
pues tiene en vez de sangre verde agua del Olvido.

10 mar 2019

La Balada del Viejo Marinero de Samuel Taylor Coleridge

Un anciano marinero, macilento y de aspecto trastornado, aborda a uno de los invitados a una boda y le retiene obligándole a escuchar su historia, la de una navegación en que las fuertes tormentas arrastran su barco llevándolo cerca de la Antártida. Allí, un albatros empieza a acercarse al buque. La tripulación, que lo considera augurio de buena fortuna, lo alimenta. Sin embargo, el marinero, sin ningún motivo, le dispara y lo mata. A partir de ese momento, la tripulación presiente una catástrofe, de la que culpa al marinero, y lo castiga obligándole a llevar el ave en el cuello como símbolo de su culpabilidad. Pronto la nave tiene un encuentro espectral con la muerte y la muerte en vida, que se juegan a los dados el alma del Marinero. El marinero, al ver morir a toda la tripulación, se arrepiente y, simbólicamente, el ave que colgaba de su cuello cae y es liberado de la maldición. Un ermitaño lo perdona, pero le impone la penitencia de vagar por el mundo contando una y otra vez su historia. 

Coleridge presenta un mundo sobrenatural, gobernado por la fantasía y el instinto, en que el crimen cometido contra la naturaleza se paga con una expiación cargada de soledad. El poema recuerda a los antiguos dramas religiosos, pero en un ambiente onírico lleno de resonancias mágicas.
 
 La banda de heavy metal Iron Maiden ha escrito un buen número de canciones basadas en hechos históricos o en literatura. Uno de sus temas más célebres es el basado en este mismo poema de S.T. Coleridge. Es un tema largo con varios cambios y resulta interesante, además de por cómo traduce el poema a la música, porque utiliza en algunos momentos las mismas estrofas del poema original.
FUENTE: ESTE  BLOG